Ya nos hemos acostumbrado a la idea de que un buen blogger es aquel que más problemas resuelve. Si andas buscando cómo cortarte la uñas de los pies con una cuchara y alguien te dice cómo hacerlo, es muy probable que lo incorpores a tu salón de los santos eternos y le enciendas una vela diariamente en el altar que le pondrás en la sala de tu casa.
Pero el mundo no se desarrolló así. Ni siquiera internet. Los mejores bloggers siempre han sido aquellos que han planteado problemas que hasta ese momento carecían de solución. Y probablemente la solución al problema no la encontró él, si no, otro blogger a quien el problema planteado le hizo ponerse a pensar en la forma de resolverlo.
Generalmente el mérito y las glorias se les atribuyen a aquellos que han resuelto algo que ha beneficiado a las mayorías, mientras que con relativa facilidad se tira al rincón del olvido a aquellos que primero pensaron en el problema para el cual no tenían una solución.
Da Vinci no creó la aviación, pero hizo un prototipo de helicóptero cuando nadie pensaba en volar. No sé exactamente cuando el primer helicóptero se creó y se elevó a los cielos, pero la idea ya la había tenido Da Vinci siglos atrás sin que pudiese volar en su artefacto, que dicho sea de paso, no pasó de ser unos garabatos en forma de planos apenas inteligibles sobre una hoja de papel.
Debido al desarrollo alcanzado por la ciencia y la técnica sería bueno que notaras que la época de los super inventos revolucionarios ya terminó. Ahora el papel de los grandes científicos es el de hacerse nuevas preguntas acerca de fenómenos conocidos para refinar aun más la eficiencia de los descubrimientos de antaño. Y no quiero decir que ya hemos alcanzado el tope. No. Quedan un sinfín de cosas por descubrir, pero sólo se llegarán a encontrar las soluciones cuando a alguien se le ocurra plantear los problemas.
Un buen website o blog no necesariamente tiene que ser aquel donde más soluciones encuentres. Bien pudiera ser aquel donde hayan menos soluciones y más preguntas que hasta ese momento no puedan ser respondidas. En otras palabras: los que plantean los problemas son los genios, los que los resuelven, los obreros de las ideas no resueltas del genio.
A los que nos gusta el ajedrez seguramente recordamos la famosa partida entre Karpov y Kasparov por la corona mundial, que dicho sea de paso, han sido los dos ajedrecistas que más veces se han enfrentado en pos de ella. Kasparov hizo un movimiento de alfil que rompía con lo que hasta ese momento era considerado un movimiento de rigor. Pero Karpov, totalmente desconcertado, comprendió el genio de Kasparov y estuvo 25 minutos tratando de encontrar la solución a la novedad que introdujo el armenio-azerí nacionalizado ruso Garri Kasparov. ¿"Qué rayos se trae entre manos este bribón"?- habrá pensado Karpov. Y se puso a pensar, y a pensar, y a pensar..., y se rindió.
Luego, en conferencia de prensa, Kasparov sorprendió a todos diciendo que él introdujo esa variante para desestabilizar psicológicamente a Karpov, quien sin duda no se esperaba semejante planteamiento táctico sin precedentes en la historia del ajedrez moderno.
Pero lo más curioso fue que el propio Kasparov tampoco sabía la solución al problema que él le planteó a su oponente. Pasaron años hasta que el indio Wiswanathan Anand descubrió y demostró que la jugada de Kasparov fue sencillamente genial y que la derrota de Karpov era segura de no haberse rendido.
Karpov, sin duda alguna, fue un jugador excepcional, pues no por casualidad fue Campeón Mundial. Pero Kasparov es uno de los pocos genios que ha producido el ajedrez de todos los tiempos junto al cubano José Raúl Capablanca y al norteamericano Bobby Fischer, quienes se caracterizaron, además de por la solidez de su juego, por la innovación.
Y lo mismo aplica a un buen blog. No siempre es la solución a un problema lo que engrandece a un blogger. A veces son sus preguntas para las que nadie tiene una respuesta en ese momento.
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