Si quieres escapar de las garras de lo trivial no te va a quedar más remedio que explorar tus propias limitaciones. La competitiva sociedad actual con mucha facilidad nos hace creer que somos aptos para todo, cuando lo cierto es que estamos realmente capacitados para muy pocas cosas. Un médico eminente puede
ser extremadamente torpe a la hora de reparar su automóvil averiado en medio de una autopista, mientras que un chico de 15 años puede ser un genio de las computadoras y al mismo tiempo un completo fracaso a la hora de hacer sus deberes escolares.
Contrariamente al "usted sí puede" que nos venden por doquier, deberíamos analizar sin temor de avergonzarnos el "usted no puede". Cuando ponemos nuestras metas en su verdadera perspectiva estamos dando los primeros pasos serios hacia el éxito porque nos quitamos de encima el enorme peso que significan la ilusiones sin bases sólidas . Es decir, nos hacemos conscientes de nuestras fuerzas y flaquezas, y es entonces que se hace la luz.
Lastimosamente la mayoría de las personas siguen los mismos caminos trillados de siempre e ignoran su propio potencial. Por eso se levantan temprano y salen a trabajar duro para otros.
Pero si buscamos en la caja de nuestros talentos con seguridad nos encontraremos cosas muy interesantes, cosas que sabemos hacer mejor que la mayoría. Descubrirlas y potenciarlas es la tarea, no desgastarnos en aquellos campos en los que no vamos a recoger cosecha alguna.
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