Cuado yo comencé a hacer mis primeros pininos en este mundillo de las ventas por internet apenas sabía cómo enviar un email. De más está decir que de diseño, programación, composición de artículos, construcción de links que apuntasen a mi blog, estrategias de mercado, etc, sabía lo mismo que hoy sé de la fabricación de embutidos, es decir, nada.
Como ya he contado para ese entonces yo tenía un trabajo por el que me pagaban unos $600 cada 15 días después de reventarme trabajando y teniendo que soportar a tipos realmente desagradables, que para más calvario, eran mis jefes. Cuando pagaba todas mis cuentas lo que me quedaba del sueldo era realmente ridículo. Fue así que decidí dar un salto suicida y dedicarme de lleno, primero a aprender, y después a intentar vivir de internet.
No alcanzaría todo el ancho de banda del mundo para contarte cuantas veces metí la pata. Me equivocaba tanto y eran tan pobres los resultados que hubo un momento en que estuve a punto de regresar a mi cárcel/trabajo. Pero insistí. Ocho años después, mirando hacia atrás, me doy cuenta de lo tanto que un ser humano puede lograr si se lo propone.
Existen por ahí bloggers de los aprendí muchísimo. De Steve Pavlina a escribir, de Joe Shoemaker y John Chow estrategias, de Tim Ferris a buscar la excelencia en todo lo que hago, de Ann Althouse la constancia, y de Darren Rowse la inteligencia a la hora de comunicar ideas a través de mi sitio. Todos ellos fueron maestros para mi, fuentes de las que bebí para aprender lo poco que sé.
Pero te soy honesto: ninguno de ellos me envió un cheque para que yo pagase mis cuentas y fuera sobreviviendo. Y como todo, o casi todo me salía mal, pues llegué al punto del desánimo y casi tiré la toalla. No pocas veces estuve realmente dispuesto a abandonarlo todo y volverme a mi trabajo de 9 a 5.
Les agradezco infinitamente a los antes nombrados, y a muchos otros, el fijarme la meta de lograr vivir de internet. ¿"Si ellos pudieron, por qué yo no"? - me repetía a toda hora. Han pasado ocho duros años y hoy yo, aquel chico que apenas sabía enviar un email, vivo de internet.
Las metas se pueden alcanzar
Si yo y muchos lo hemos logrado tú también podrías lograrlo. Limitaciones no te faltarán, fracasos tampoco, pero si pones tu vista en lo que puedes alcanzar y realmente te sacrificas estoy en condiciones de decirte que nada es imposible mientras estemos vivos. Todos esos que hoy soy marketers de referencia comenzaron un día sin saber nada. Simplemente se retaron a si mismos y trataron de vencer sus respectivos retos. Muchos quedaron en el camino, pero la persistencia es, sin duda alguna, una virtud humana. La fuerza que produce el querer ser libres, el vivir económicamente tranquilos, y el entregar a otros una obra que perdure, son sin dudas motivos más que suficientes para levantarse tras cada caída.
Si ya lo estás intentando, si no te ha vencido el desánimo, si no paras de estudiar y prepararte, si ardientemente quieres tu libertad financiera y cambiar en algo tu estilo actual de vida, seguramente lo lograrás. Sin embargo, y esto ya habrás notado que siempre lo digo, sólo un 2% de quienes emprenden llegan a convertirse en marketers exitosos. ¿Qué pasa entonces con el otro 98%?. Puedo asegurarte que no es de todos el lograr lo que quieren. De hecho, la vida es así, no podemos obtener todo lo que queremos, lo cual, por contradictorio y molesto que sea, es precisamente lo que le da a la vida su sabor y significado.
Ese 98% de aspirantes a marketers que fallan, según las estadísticas y lo que he visto, abandonan sus blogs o websites antes del primer año de haberlos creado. La psicología nos informa que cuando no estamos seguros de lo que queremos ocurren procesos mentales que hacen imposible estar debidamente centrados, lo que provoca que tampoco estemos dispuestos a sacrificarnos por algo que no sabemos bien qué es. Una madre defiende a su hijo con uñas y dientes porque sabe que defenderlo es su supremo deber. Simplemente es su hijo y ella lo sabe. Un deportista de alto rendimiento sacrifica parte de su vida entrenando fuerte y renunciando a muchas de las cosas que le gustaría hacer para lograr su meta. A veces esa meta, como sucede en la carrera de 100 metros planos, se encuentra a pocos segundos después del disparo del juez. El jamaicano Usain Bolt corrió 100 metros en 9.58 segundos. Yo puedo estar 9.58 segundos sin respirar, pero no puedo correr 100 metros en ese tiempo. Sería bueno preguntarle a Bolt cuánto se tuvo que entrenar, cuánto tuvo que sudar en pistas y gimnasios para alcanzar ese record que parece de ciencia ficción.
Igual sucede en este mundo del marketing online: o te sacrificas, o fracasas. No hay otra. Sin embargo, tú pudieras preguntarme: ¿y qué hay de mi, que me he sacrificado tanto para lograr tener un buen web/blog, que he comprado y estudiado tantos cursos, que he leído tanto y aún no logro los resultados que espero? ¿Por qué todavía estoy dentro de ese 98% que dicen las estadísticas?
Debes comprender que internet es prácticamente infinita. Hasta me atrevería a decir que hay un espacio para todos igual que sucede con nuestro planeta y sus más de 6000 millones de habitantes. Pero...¿qué hay del factor tiempo?. Deberías tener en cuenta esa magnitud física y comprender que no todos obtenemos lo que queremos en el mismo tiempo. Hay personas realmente talentosas que alcanzan lo que quieren en un tiempo menor que la mayoría, es decir, no todos tenemos las mismas habilidades. Algunas personas parecen tener una disposición casi natural para el aprendizaje de nuevos idiomas mientras que a otros hay que meterles un nuevo idioma a martillazos para que lo logren dominar medianamente. No somos iguales en cuanto a lo que a habilidades se refiere. Sólo la tenacidad puede hacer que superemos nuestras propias limitaciones. Y la disciplina.
Muchos de los nuevos marketers creen que Darren Rowse no tuvo que sacrificarse. Visitan su blog, leen de sus éxitos y del montón de dinero que hace cada mes, y creen que ellos podrían lograrlo sin sudar como tuvo que sudar Darren para llegar hasta donde hoy está. Y luego, después de un par de meses de "intentarlo", abandonan todo totalmente frustrados.
Quizá esto te parezca inmodestia de mi parte, pero si yo en 2005 apenas sabía enviar un email y hoy vivo de internet, ¿por qué tú no podrías lograrlo también si te lo propones con todas tus fuerzas?
Yo miro a mi pasado y a mi presente y te juro que a veces no me lo creo. Pero en ocho años pasan muchas cosas en la vida de un ser humano que quiere algo. Y de acuerdo a cómo lo mires ocho años puede parecer mucho o poco tiempo. A mi me tocó escribir esta entrada 8 años después, a otros quizá les tome 10, o sólo 2 años. Depende de cada persona y de su talento para una actividad u otra lograr lo que quiere. Tal vez no llegues a ser nunca un buen marketer por internet porque ser marketer por internet no es lo tuyo. Tal vez tu lugar esté en otra actividad, algo por lo cual no deberías sentirte desanimado, si no, agradecido.
Soy de los que cree que cada persona tiene un don. ¿Estás seguro de conocer el tuyo?
Si eres de los que estás dentro de ese 98% de aspirantes a marketers que ha fracasado quizá debas estudiar más, sacrificarte más, poner más empeño y tenacidad para lograrlo. Y si no, pues no tienes que sufrir por ello, hay un lugar dentro de este mundo esperando por ese talento que llevas dentro y que aún no has descubierto. Busca dentro de ti y lo hallarás.
Yo descubrí que mi lugar no era ese trabajo de 9 a 5 que tuve. No sabía exactamente cuál sería mi destino, pero busqué y seguí buscando hasta que lo encontré. ¿No deberías tú hacer lo mismo?
Pero no basta con tener un don, hay que trabajarlo duro para poder obtener resultados. No te digo como otros pillos que hay por ahí (vendedores de sueños a través de productos basura) que hay algo que tú puedes hacer mejor que el resto de los seres humanos y que por la tanto es seguro que triunfes en internet. Eso es mentira. Como bien dice Bob Levy, habrá por lo menos un millón de personas que sean mejores que tú. Lo que si puedo decirte es que hay algo que tú podrías hacer muy bien y que seguramente disfrutarías haciéndolo. Puede ser dentro, o fuera de internet.
Y mientras no llegues a ese exacto lugar estarás dando tumbos de un lado a otro hasta que de tantos golpes termines por convencerte de cuál es tu sitio en esta vida. No se llega siempre por el mismo camino ni de la misma forma al lugar que tienes reservado para ti.
Si hay personas gordas, también las hay flacas. Si hay personas veloces, también las hay lentas, si hay marketers exitosos, también los hay sin éxito. Es así la vida.
Tú felicidad depende de estar allí donde debes estar haciendo lo que te guste. Y lo más importante: tu verdadero camino lograrás identificarlo cuando sientas un gozo genuino en lo que haces. Si aún no lo has sentido entonces te queda un camino por recorrer y algunas investigaciones que realizar hasta descubrirte a ti mismo.
Tú eres el mejor marketer del mundo, pero...¿dónde está tu mercado?
Hasta pronto.
No comments:
Post a Comment