Pages

.

¿Cuál es la Mejor Inversión para un Blogger?

Si el título de esta entrada te sugirió la idea de que voy a hacerte una lista de los mejores negocios en los que puedes invertir debo decirte que te vas sentir muy decepcionado y que ya tardas demasiado para cerrar la pestaña y largarte. No habrá tal lista. En primer lugar porque yo no sé, de acuerdo a tus características y a tu capital, cuál debería ser esa inversión que te venga como anillo al dedo. Además, ¿de dónde rayos sacaste la idea de que yo soy un consultor sobre inversiones?

Vamos en serio
Bromas aparte, esta entrada tratará sobre la mejor inversión que un blogger debe hacer. Te presento a una dama que cuando es tu aliada te llevará, sin duda alguna, a buen puerto, pero cuando se vuelve tu feroz enemiga hará que veas a todos los demonios del infierno bailando alrededor de ti mientras te fries en una olla con aceite hirviendo: LA PACIENCIA

La mayoría de los bloggers somos o hemos padecido de impaciencia. El diccionario de la RAE dice en su tercera acepción:

Paciencia"Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho".

Y sobre la Impaciencia"Intranquilidad producida por algo que molesta y que no acaba de llegar".

¿Qué te parece?

Cuando inicias un negocio, cualquiera que este sea, no puedes esperar para ver los beneficios. Quisieras que toda la buena fortuna del mundo te acompañe para comenzar a ver, ya mismo, los buenísimos resultados que soñaste y en los que gastas buena parte de tus energías, recursos, y tiempo. Hay quien tiene mejor "suerte" (no encontré mejor palabra) y todo comienza a funcionarle bien en poco tiempo. El tipo monta un negocio y todo ocurre a velocidades sorprendentes. Cuando Zuckerberg y sus amigos crearon su paginita de Facebook hace ya unos años mientras eran unos estudiantes de Harvard, el servidor colapsó debido a la cantidad de peticiones que tuvo la recién nacida. Hoy, como ya escribí, Facebook factura 8 millones de dólares diarios. Qué "suerte", ¿eh?.

Desgraciadamente no ocurrió ni ocurrirá así para la mayoría de nosotros. De hecho, en vez de los servidores quienes estamos en constante peligro de colapsar somos nosotros, quienes a veces  no tenemos "la facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho". Más bien sufrimos de la "intranquilidad producida por algo que molesta y que no acaba de llegar". Siendo así, no nos queda otra que trabajar sobre nosotros mismos para lograr ser pacientes, una de las armas más poderosas con que siempre vamos a contar.

Cómo ser pacientes (no de un hospital)
Cultivar la paciencia es un arte. Por genética algunos de nosotros somos más impacientes que otros. Tener la calma de saber esperar cuando siempre hemos sido apresurados no es tarea fácil. Pero como todo en la vida exige cierta cuota de sacrificios no vale la pena que todo se nos eche a perder por no saber esperar. "Hay un tiempo para cada cosa", escribió el sabio Salomón hace miles de años. Deberíamos escucharlo.

La paciencia se cultiva cuando comprendes que vivir en el futuro es dañino. Y no me negarás que eso provoca, en ciertas ocasiones, sufrimiento. "La expectativa pospuesta enferma el corazón", dice un proverbio bíblico. Y yo no sé cómo es en tu país, pero aquí en Los Estados Unidos un tratamiento para curarte una enfermedad cardíaca puede costarte un ojo y la mitad del otro, así que es mejor cuidarlo lo mejor posible. 

Se aprende la paciencia sabiendo que el momento más importante no es el que pasó ni el que vendrá, si no, el que estamos viviendo en el momento presente. Si así no fuera, entonces no sé cómo a la gente se le ocurrió comprar "El Poder del Ahora", un best seller escrito por Eckhart Tolle y que ha ayudado a tantas personas, yo entre ellas, a vivir de otra manera. También uso el Ho'oponopono como sistema para borrar las ideas que guardo en mi memoria así como los conceptos e imágenes del pasado. Simplemente los borro. También con esa estrategia hawaiana he aprendido a no crearme demasiadas expectativas sobre el futuro. Nadie sabe con exactitud que va a ocurrir en cinco minutos. Nadie. Entonces la pregunta sería: ¿estoy haciendo AHORA todo lo que debo hacer para que mi negocio por internet avance de manera satisfactoria?

Nada hago dejando que mi mente vuele un par de años adelante y tratar de vivir ese momento. Eso es tonto. Y no se trata de anular nuestra imaginación o dejar de hacer planes. No. Más bien se trata de ser lo más realistas posibles para poder vivir a plenitud el ahora, que es, sin duda alguna, lo único que tiene algún significado.

A mi, en lo personal, me costó Dios y ayuda aprender a tener paciencia, pero una vez que lo logré descubrí la cantidad enorme de tiempo que perdí en fantasías futuristas o sufriendo por cosas de mi pasado. No hay momento más importante en mi vida que justo este en que estoy escribiendo esta entrada para aquel que quiera leerla. ¿Cuál otro momento, si no este, realmente puedo vivir?.

Por la falta de paciencia se hacen malos planes de trabajo, se invierte dinero mal invertido, se selecciona el personal equivocado para trabajar en equipo, se escoge un nicho inapropiado, se crean entradas de relleno solo para sumar una más en nuestro blog, en fin, que la impaciencia nos lleva de error en error. Por lo tanto, ser impacientes es una desventaja. Interioriza esa simple regla y verás como muchas cosas comienzan a cambiar en tu vida y en tu trabajo como blogger.

Invierte parte de tu tiempo en cultivar la paciencia y obtendrás mejores resultados. Por ejemplo: ¿crees que estoy feliz con el rendimiento que hasta ahora he obtenido de Adsense?. Respuesta: , aunque no he ganado mucho. Pero no hay preocupación dentro de mi porque sé que ganar buen dinero con Adsense requiere tiempo, crear más contenido para mi blog, y sortear con estrategias adecuadas la ceguera a los anuncios. Y por supuesto, muchísimo tráfico, tráfico que ahora no tengo. Entonces, ¿para qué sufrir por eso? ¿No sería mejor continuar preparando el camino para que Adsense un día llegue a ser una fuente de buenas ganancias para mi? ¿Y cuándo llegará ese día?. Honestamente no lo sé. Yo hago mi parte AHORA y que el tiempo se encargue de lo demás.

En otras palabras: podrás ser todo lo impaciente que quieras, pero ello no resolverá ninguna de tus metas. Lo que con paciencia se espera se disfruta de manera especial cuando llega. En cambio, cuando empujas artificialmente los acontecimientos debido a tu impaciencia todo es tan absolutamente transitorio que un vacío inconcebible se apodera de tí y tus 15 minutos de fama desaparecen en un abrir y cerrar de ojos.

Cultiva la paciencia y serás más feliz.

Hasta pronto.

No comments:

Post a Comment