Excepto a un comprador compulsivo y con mucho dinero para gastar a nadie se le ocurriría comprar un producto basura conscientemente. Al comprador le gusta tener la sensación de que ha adquirido algo que vale la pena, algo que justifica el gasto de dinero que hizo. Nadie quiere ser tomado por un tonto.
Sin embargo, el marketing emocional ha logrado lo contrario: que el gran público vea como buenos a productos que son en realidad una basura. Los resortes que mueven la mente de los compradores han sido lo suficientemente estirados como para que hayan perdido casi todo el poder de recuperación. Es decir, ya no son resortes, son simples pedazos de metal en forma de espiral incapaces de cumplir su función original.
No voy a hablar del marketing emocional, si no, de cómo este puede neutralizar el raciocinio de personas a las que pudiéramos considerar "inteligentes". Cuando eres expuesto a un brutal bombardeo propagandístico tu mente puede irse convirtiendo con el tiempo en un verdadero filtro. Y un filtro está diseñado para retener las impurezas de un fluido. De ahí que, condicionado por ese bombardeo, paulatinamente vas a ir dejando escapar lo mejor para retener lo que no sirve, tal y como hace un filtro.
El marketing emocional tiene como función volverte un estúpido, un tipo incapaz de diferenciar la paja del trigo. Ataca tu sentido de la ambición y maneja tus reflejos adormilados. Y como básicamente los seres humanos somos ego[ístas], (el ego nos domina) hacer caer en la trampa a un ego al que se alimenta con fantasías hace mucho tiempo que dejó de ser un problema para los que manejan los hilos del sistema comercial .
El marketing (entre otras cosas) es tratar de convencer sobre las ventajas de obtener un producto o servicio que supuestamente va a mejorar la calidad de vida de quien lo compre. No por gusto han surgido asociaciones que intentan proteger al consumidor de los abusos del despiadado sistema comercial imperante, pero la más pura realidad es que el menos común de los sentidos es el sentido común, razón por la cual la gran mayoría de los consumidores ha perdido el norte y se hunde cada vez más en los pulgueros de quinta categoría que se hacen pasar por boutiques de exclusividades. Eso lo veo yo cada día dentro y fuera de internet.
Hay que escarbar muy profundo para ver las raíces gnoseológicas (teoría del conocimiento) de este fenómeno. Hoy sabemos que detrás de cada acción comercial hay un estudio previo sobre el comportamiento humano, por lo tanto, cuando tu sacas tu tarjeta de crédito y compras casi siempre esa acción está precedida por una maraña de complicados algoritmos emocionales que te hacen tomar esa decisión.
Si el "desarrollo" y la "civilización modernas" significa la estupidización en masa de los consumidores entonces hemos entrado en una etapa de descomposición muy seria de nuestra libertad de elección. Y cuando a una persona le anulan su capacidad de elegir bien solo le queda "elegir" lo que le imponen. Es por eso que la mayoría de los productos basura tienen más éxito que aquellos que son verdaderos portadores de los valores y del conocimiento que pueden elevar la espiritualidad humana, en los cuales sus creadores no pierden tiempo tratando de engañar a los potenciales consumidores de sus obras.
Entender esto es de capital importancia si es que no queremos, a la vuelta de unos años, terminar comiendo hierba tal y como hacen los caballos a los que se les pone una freno sobre la lengua para dominarlos, o como esas mascotas que con un collar alrededor de sus cuellos y una correa son llevadas de aquí para allá a voluntad de sus dueños, a los que divierten cuando corren tras la pelota lanzada y la traen de vuelta a los pies de sus propietarios moviendo sus colitas.
Pero la pregunta del millón de dólares es: ¿cómo podría reconocer una persona a la que le han anulado la capacidad de raciocinio lo que sirve de lo que no?
Respuesta: con EDUCACIÓN. Porque de eso se trata: mientras más ignorante eres más fácil es dominarte. Y ahora me viene a la mente esa frase célebre que dice: "ser cultos es el único modo de ser libres".
En otro momento estaremos hablando acerca de cómo podrías aprender a diferenciar un producto que aporta valor de uno que no sirve para nada.
Hasta pronto.
No comments:
Post a Comment