Cuando pasa el tiempo casi todos hacemos un balance de nuestras vidas. La metas que nos propusimos pudieron haberse cumplido. O no.
Un conjunto de factores pueden influir en lo que hoy somos, desde los estudios a que tuvimos acceso, nuestro patrimonio monetario, el país en que radicamos, los esfuerzos que valieron la pena, los fracasos, etc. Pero siempre llega el momento, compartido o a sólas, en que revisamos nuestra "hoja de ruta" para ver qué ha sido de nosotros.
La frustración puede llegar debido a que no conseguimos ser el doctor o el ingeniero que quisimos , o el piloto de aviones con que soñamos en nuestra más temprana edad. Sin embargo, para ser felices nos es suficiente con sencillamente ser hoy lo que mejor podemos ser. No todos pueden ser médicos o ingenieros, o pilotos, pero todos tenemos la posibilidad de entregar lo mejor de nuestras vidas a nuestro propio servicio y al de otros.
Deja que el viejo mundo sea cosa del pasado
No podemos vivir de nuestro pasado. Mi abuelita decía que la ropa de hoy no se puede secar con el sol de ayer. Es decir, nuestro presente es lo más importante y es a él a quién deberíamos entregar todas nuestras potencialidades. Basta con hacer un poco de bien a otros y ya nuestra vida adquiere un significado definitivamente superior, pues ser un humano no es otra cosa que capitalizar lo mejor de nosotros en virtud de nuestros dones. Y todos tenemos dones que explotar.
Conocí personas que vivieron toda su vida quejándose de lo que no pudieron ser, mientras, dejaban escapar maravillosas oportunidades de vivir su vida presente de manera mucho mas satisfaciente. Vivir en el pasado, o para decirlo mejor, no dejar que muera, es estar un paso atrás de las infinitas posibilidades que tenemos ante nosotros para vivir a plenitud.
Planifica y disfruta tu vida actual
¿Ya viste la última película? ¿Qué hay de ese sobrinito, hijo de tu hermano o hermana que nació hace pocos días? ¿Cuándo fué la ltima vez que te vestiste elegante y diste un paseo por tu ciudad para descubrirla un poco más?
Si comprendieras cuantas cosas hermosas puedes hacer quizá el pasado colapse sin que te des cuenta. Se vive un día a la vez y no vale la pena sufrir amargados por algo que ya pasó. Es como llevar una pesada piedra a cuestas que te impide un andar más ligero. Quién no conoce personas que después de tantos años continúan maldiciendo al hombre o la mujer que no los hizo felices? Sin embargo, todo lo felices que podamos ser está exactamente dentro nosotros. Lo más que podemos hacer es compartir con quien así lo desee lo que de felicidad llevamos dentro.
Siendo así, ¿por qué no dejar que el pasado muera para nazca una nueva vida en nosotros?
Ello no sólo sería una decisión muy inteligente, también sería abrirle las puertas a nuevos proyectos de vida que nos harán gozar más el tiempo que nos quede sobre esta tierra sin importar cuanta edad tienes. No hay una edad en la que ya sea imposible disfrutar la vida, excepto si padeces de una enfermedad terminal que te hace del buen ánimo algo demasiado distante. Y aún así, hay quienes mueren satisfechos por haber llevado una vida de trabajo, placer, y buenas obras.
Ábrete a la vida que vives hoy. No te atormentes con el pasado ni te preocupes demasiado por un futuro sobre el que nadie, absolutamente nadie, tiene un total control. Es tan gran privilegio estar vivos que pocas cosas se le pueden comparar.
No comments:
Post a Comment