Pero si eres de aquellas personas a las que no les gusta leer mucho y que se ha vuelto un especialista en "escanear artículos" aún estás a tiempo de cerrar la pestaña y salir de mi blog a toda velocidad, pues este post tiene 1513 palabras y 7256 caracteres.
Lamentablemente para todo el que se ha decidido a escribir de manera profunda en internet el proceso de creación va acompañado de una verdadera guerra de nervios. No solo deberás pensar en tus lectores, si no, también en los buscadores. A los primeros les entregarás lo mejor de tu espíritu, el verdadero valor de aquello que escribas, pero al mismo tiempo deberás observar ciertos requisitos para que tu artículo llegue a ser leído por el mayor número de personas posible. Dicho de otra manera: deberás optimizar lo que escribes de cara a los famosos algoritmos (siempre cambiantes) de los caprichosos Google, Yahoo, o Bing, para citar sólo a tres de los más importantes. Y como seguramente ya habrás pensado, en ello se sacrifica una buena parte del proceso creativo por cuanto estarás escribiendo para personas además de para las siempre frías e implacables "arañas".
Sin embargo, hay métodos que te pueden ayudar a conseguir que tu creación, al mismo tiempo que de buena calidad, también pueda ser visible para aquellos a quienes has decidido entregarla. Pero de ello estaremos hablando en otro momento.
Tipos de contenido
Según lo que he visto en mis años de andanzas por la web la gran mayoría de las páginas están dedicadas a la búsqueda desesperada de dinero. Y que te quede claro que yo no estoy en contra de ganar dinero en intenet -¡válgame Dios!- lo que quiero decir es que la mayoría de los mercaderes online ni siquiera se preocupan por vender de manera elegante. Crean un sitio repleto de banners y enlaces, escriben cuatro tonterías para llenar el hueco, y se sientan a la espera de un pez "hambriento" que muerda el anzuelo y les compre lo que venden.
Cuando tú sales de una de esas páginas sientes deseos de vomitar y te vas peor que como llegaste. Allí no viste estrategia alguna, ni contenido atractivo, ni un plan, ni nada. Todo era un amasijo de mal gusto mezclado con una urgencia descarada de dinero. De más está decir que esas páginas ni venden, ni venderán absolutamente nada. Lo digo porque yo también he sucumbido a la idea de ganar dinero fácil sin preocuparme de crear valor. Es decir, sé perfectamente de lo que hablo. Yo llamo a esos sitios "páginas con contenido basura". Y eso es lo que son, basura.
Por otra parte, existen muchos websites con un diseño agradable, con contenido aceptable, donde puedes apreciar una estrategia de ventas que se corresponde con la realidad. El editor se ha preocupado por vender de la mejor manera y se nota que ha tomado en serio lo que hace. Ha establecido un puente con sus lectores y los trata como a seres humanos, no como a tipos a los que hay que sacarles hasta el último centavo usando publicidad engañosa. Los visitantes de esas páginas vuelven una y otra vez.
Sin embargo, a veces el webmaster se desespera y comienza a proponer productos que sencillamente no sirven para nada. Su audiencia termina por notarlo y las estadísticas le informan que el número de visitas ha comenzado a disminuir. Al final, termina por descubrir que lo principal, es decir, el valor entregado, no estaba a la altura de lo esperado. Ese desenchufle entre el valor permanente de sus artículos y una malsana comercialización de productos le ha pasado la cuenta. Esas son páginas que yo catalogo como "mediocres". Y sé perfectamente de lo que hablo, pues yo también he creado sitios de esa categoría que me he visto obligado a cerrar por improductivos e intrascendentes.
En tercer lugar, están los sitios web o blogs donde se pueden apreciar las mismas características del anterior, pero con la diferencia que el editor no ha caído en la trampa de una excesiva comercialización, si no, que su preocupación fundamental es la entrega de valor sin pensar en el dinero. Esos son las mejores sitios y los más vendedores.
Veamos por qué.
Es muy posible que cuando tú estés enfocado en la creación de buenos artículos no veas inmediatamente el dinero. Sin embargo, estás creando la mejor de las bases para que tus lectores se conviertan en tus clientes para siempre. ¿Por qué? Muy sencillo: porque la verdadera creación de valor es atemporal, es decir, será útil por siempre.
Seguramente habrás leído el Principito, de Antoine de Saint Exupéry. Esa es una obra con un gigantesco contenido de valor permanente porque reune en sus pocas páginas una enseñanza que jamás morirá, a saber, la importancia del amor verdadero. Muchos años después de creado millones de personas seguimos viendo en el Principito un paradigma humano. Exupéry, de haber continuado vivo, estaría ganando millones de dólares de manera pasiva con su historia.
Por lo tanto, si te has tomado en serio tu oficio, deberías entender de una buena vez que cuando estás por comenzar a escribir un artículo tienes que visualizar qué valor tendrá dentro de unos años. Para ello un buen consejo es que no te enamores de lo que escribes, si no, que lo veas independientemente de tus gustos personales. Muchos de los que escribimos caemos en la trampa de ver nuestro trabajo perfecto cuando bien podría estar plagado de errores de todo tipo. Tú deberías ser tu crítico más feroz sin caer en la otra trampa: el perfeccionismo, pues si te conviertes en un perfeccionista tus artículos corren el riesgo de ser más fríos que el polo norte y totalmente carentes de empatía.
Supongamos que escribes acerca de cómo ganar dinero en internet. Si has concebido un buen plan no vas a atormentar a tus lectores vendiéndoles cosas de manera indiscriminada. Más bien, escribirás lo más concienzudamente que puedas sobre las ventajas de determinado producto entregándoles una revisión en la forma de un contenido con valor agregado.
Lo que vemos por ahí, muy lamentablemente,es la utilización de títulos trampa que se conciben para llamar la atención. Pero después de un par de líneas de lectura....¡PUM!, "¡compre tal producto, porque si no lo compra, usted es un estúpido y miserable perdedor!".
¡Qué horror!
Para escribir contenido de valor tienes que investigar, tienes que ampliar tu conocimiento personal para que puedas transmitir algo duradero al que te lee, tanto hoy, como dentro de diez años. Ahí está la atemporalidad de un artículo. Y si escribes de esa manera lo que escribes será útil, incluso, después de tu muerte. Quedarás como una referencia obligada en tu campo de acción. Pero si sólo escribes usando de ciertos resortes emocionales para lograr captar la atención y monetizar salvajemente al que te lee, el resultado será que nadie se acordará de lo que escribiste 5 minutos después. Así funciona.
Un artículo con contenido de valor permanente tiene un buen título, cumple con lo prometido en ese título, etc, etc, pero sobre todo, trasciende al momento en que lo escribiste. Para lograr ese tipo de artículos no puedes estar pensando en el dinero, si no, en las personas receptoras de lo que estás escribiendo y lo que ellas van a obtener realmente después de leerte. Ganar dinero es tan sólo una de las consecuencias de un buen trabajo realizado.
Yo he ido aprendiendo eso con el tiempo y los golpes que he recibido. También, leyendo a aquellos que llevan la delantera en esto de los negocios por internet y que tienen sus sitios repletos con contenido de valor.
Si algo bueno he tenido en medio de mis tantos errores lo ha sido mi deseo de aprender cada día más. He mandado mi orgullo al carajo y he decido aumentar mi nivel. No hay otro camino para hacer las cosas bien y obtener buenos y permanentes resultados . De ahí que sepa, más o menos, qué es lo que te pueda estar pasando camino a convertirte en un buen vendedor por internet.
Cómo crear contenido de valor permanente. Conclusión:
- Investiga sobre lo que vas a escribir.
- Crea un título sin engaños, pero llamativo.
- Cumple en tu artículo con lo que plantea el título que escogiste.
- Escribe contenidos atemporales
- Piensa en el crecimiento que derivarán tus lectores después de leerte (valor entregado).
- Saca el dinero de tu mente durante el proceso de creación.
- Sé tu mayor crítico y no te enamores de lo que escribes.
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