Creo sinceramente que en algún momento de nuestras vidas todos hemos padecido de una crisis de identidad. No creo tener a mi alcance la mejor de las definiciones, pero me atrevo a decir que constituye una especie de vacío existencial en el que estamos desorientados acerca de nosotros mismos y de nuestros objetivos de vida.
La solucíón muchas veces debe venir desde un profundo viaje instrospectivo hasta la necesidad de recibir ayuda externa. Existen especialistas con la suficiente calificación para podernos orientar respecto de cuál sería la mejor vía para re-encontrarnos.
En la más temprana juventud las crisis de identidad suelen ser más frecuentes que a edades adultas. Sin embargo, los adultos no escapamos, debido a ciertas circunstancias que se nos presentan, a padecer de ellas. Pueden ocurrir después de un divorcio traumático, una larga enfermedad, el abandono de una religión tradicional, la pérdida del empleo, etc. Pero en cada caso el denominador común parece ser el sentimiento de desamparo que experimentamos.
La solución no siempre es fácil, pero sí posible. En ocasiones basta con identificar la causa, estar dispuestos a encontrar la salida, dejarnos guiar si buscamos ayuda externa, y proceder en consecuencia. Todo lo contrario ocurre cuando desarrollamos, por paradójico que esto suene, una especie de "gusto" por el sufrimiento. Y con ello trato de decir que existen personas que no cesan de amplificar su problema buscando la conmiseración de otros. "Les gusta sufrir", se pudiera decir.
Cuando experiementamos este tipo de crisis casi siempre acudimos al aislamiento. Pero hay alivio extremo cuando compartimos nuestra experiencia con un amigo cercano, un familiar, o un especialista. Guardarnos dentro de nosotros tal estela de contrariariedades que puede ser, y esto si me atrevo a confirmarlo por experiencia propia, el peor de los venenos.
Ábrase a otros, intercambie opiniones, déjese aconsejar, y sobre todo, intente, como ya escribí en esta entrada, dejar que el pasado muera.
Basta a veces quererlo e intentarlo para conseguirlo.
Tal vez te interese: Enfrentando Nuestras Crisis de Identidad
No comments:
Post a Comment