Para los que comienzan un sitio web o blog, en una inmensa mayoría, el revisar constantemente las estadísticas se convierte en una obsesión. Plantados las 24 horas del día frente a su PC o portátil les gusta ver, minuto a minuto, cuántas visitas están recibiendo, de cuáles países vienen, cuánto tiempo pasan en su web/blog, el porciento de rebote, en fin, los numeritos se convierten en su pan de cada momento. Viven más en Analytics y la herramienta para Webmasters de Google que atendiendo sus propias vidas.
Si han puesto algún tipo de publicidad se la pasan constantemente cuantificando cuántos clics recibieron, cuanto dinero van ganando, cambiando los anuncios de posición cada día, etc, Es como si tratásen de empujar los buenos resultados con sus ojos y un exceso de control sobre cada aspecto. Eso no es vida, es esclavitud. Si escapaste de tu trabajo seglar para ser tu propio jefe entonces eres un jefe terriblemente pesado y explotador con su empleado, en este caso contigo mismo. O para decirlo mejor: sigues siendo un empleado que trabaja para un jefe demasiado exigente.
Lo que subyace detrás de trabajar para ti mismo en internet, además de la libertad financiera que pretendes, es la libertad de tener más tiempo libre para ti y los tuyos. Es cierto que al principio no se logran acoplar todos los engranajes de un negocio online de manera óptima, pero deberías crear, ya mismo, el suficiente grado de automatización para que tu negocio funcione "solo", o como dicen por ahí, en "piloto automático". Conozco, y creo que todos conocemos, a webmaters y bloggers que en estos momentos trabajan más que cuando tuvieron un trabajo de 9 a 5 fuera de sus casas.
Un buen marketer debería revisar sus sitios cada cierto tiempo para comprobar cómo marchan, agregar algún contenido que sea útil a los ya existentes, realizar algunas correcciones necesarias, y cerrar su ordenador para dedicarse a otras cosas que también forman parte de la vida, como los paseos y el deporte al aire libre, su pareja sentimental, los amigos y la familia. Si has decidido trabajar por internet debes medir tu progreso usando como métrica no sólo el dinero que ganas, si no, el tener que dedicarle a tus negocios cada vez menos tiempo. Eso es lo que conocemos como ingresos pasivos, algo que no admite ningún tipo de comparación con la ciber-esclavitud del que no se separa de su ordenador la mayor parte de su tiempo.
Y los ingresos pasivos, para definirlos mejor, son aquellos que llegan a tu cuenta bancaria una vez que has echado andar el mecanismo que te permite ganar dinero aún cuando estás durmiendo.
Hasta pronto.
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