Uno de los elementos que más nos enorgullece a los marketers es ver como el paso del tiempo va cambiando nuestra forma de actuar y lo rectifica todo.
Cuando comenzamos siempre somos algo torpes y a veces surge el deseo de tirar la toalla. Pero después de luchar bravamente en contra de las adversidades, y tras los primeros éxitos, el tiempo que pasó nos puede mover a risa.
Recuerdo una ocasión, cuando comenzaba como
afiliado de Clickbank, que promoví con todas mis fuerzas un producto que me reportaba tres dólares de ganancia. Después de sudar a mares para intentar ventas pude lograr, casi a punto de desmayarme, una. Cuál no sería mi sorpresa al saber que no cobraría ni un sólo centavo de esa venta, pues la política de Clickbank requiere de al menos cinco compras con cinco tarjetas de crédito diferentes para pagar una comisión. ¡Qué fiasco!
Pero aprendí la lección.
Me gustaría insistirte una vez más que antes de lanzar una campaña cualquiera debes observar hasta el detalle las políticas, tu presupuesto, el público al que va dirijida tu campaña, su ubicación geográfica, etc.
No es igual vender en el mercado norteamericano, canadiense, británico o australiano, que a nuestros hermanos hispanos. Existen costumbres y hábitos diferentes, por lo que un sistema de negocios no se puede enfocar por igual a un grupo que al otro. Hay diferencias que debes tener en cuenta.
Los sajones suelen estar más dispuestos a comprar, pero no cualquier cosa. Generalmente les motivan las novedades que agregan valor a lo que ya han probado que funciona. Tampoco puedes vender al mismo precio un producto a norteamericanos o canadienses, por ejemplo, que a un mexicano o a un español. Ambos grupos poseen poderes adquisitivos también muy diferentes.
Sin embargo, estoy notando que se acerca un boom en el mercado en español. Y ojalá no me equivoque.
Toma una foto de tu tiempo presente y compárala con tu situación después de un año. Ya verás cuantos logros habrás alcanzado.
No te desesperes.
Hasta pronto.
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