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Chaplin dió en el Clavo

"Cuando tú ríes el mundo ríe contigo, pero cuando lloras, el mundo, dándote la espalda, te dejará llorar".
Charles Chaplin.

Vivimos una época un poco rara. Se habla de solidaridad cuando lo cierto es que esta brilla por su ausencia en sentido general. Y por ironías de la vida también vivimos en la época en que más solidarios podemos ser. Este blog no toca temas políticos, pues en lo personal para mi todos los políticos son iguales. Por lo tanto, me centraré en un tema que sí toca este blog: el desarrollo personal.

Cuando eres solidario no sólo estás dando lo mejor de ti, si no, que estás apartando lo peor de la vida de otros. Hay muchas formas de ser solidario, desde compartir lo poco o mucho que tengas hasta dar una frase de aliento a quien la necesita. Desgraciadamente vivimos en un mundo donde el individualismo se impulsa y donde la vida del otro es algo que no importa mucho. Nos hemos especializado en mirar para el otro lado.

Por ahí se derraman muchos lagrimones cuando maltratan a un animal. Hay personas que no comen carne en solidaridad con los animales, pero ni sienten ni padecen cuando casi cada día muere gente de hambre a veces bien cerca de sus neveras repletas de alimentos.

Y cuando preguntas qué han hecho a nivel personal por los pobres del mundo y por los que sufren, todo lo que puedes obtener son algunas fotos subidas a Facebook donde la hipocresía es la gran protagonista.

El sentido de la solidaridad se puede ejercer las 24 horas del día, en cualquier lugar, y por cualquier persona. No tiene que ser necesariamente una tarea de los que más tienen, si no, de todos. El crecimiento humano también se puede medir por la solidaridad que mostramos al medio ambiente, el cual estamos destruyendo alegremente sin pensar en las generaciones que vendrán después de la nuestra. Egoísmo por los 4 costados es todo lo que se refleja cuando observamos el quehacer de la mayoría de los charlatanes que se rajan la voz hablando porquerías desde las tribunas públicas ante las cámaras y micrófonos de los medios.

Pero mi objetivo con esta entrada no es arreglar el mundo, si no, darte un pequeño mensaje: no importa quién seas y cuál sea tu posición, la solidaridad también la vas a necesitar en un momento u otro de tu vida.

Y no se trata de ser campeones de la solidaridad llamando a los chicos de la prensa cuando hagas algún acto digno de ser reconocido como solidario, si no, como dijo el Maestro, "que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha".

Y ese es el punto central de este mensaje. Las verdaderas acciones solidarias se ejecutan desde el corazón, sin ruidos ni aspavientos sensacionalistas. Cuando le extiendes la mano a alguien la grandeza de tu ser aumenta y matas una miseria humana, esencialmente la miseria espiritual que acompaña a nuestra humanidad.

Chaplin no sólo fue un genio de la cinematografía. Con la frase citada más arriba es muy posible que no entre al hall de la fama de los hombres espirituales que han poblado y pueblan este planeta, pero retrató de manera magistral el lado oscuro de mucha gente, a los oportunistas, a los trepadores, a los aduladores, y a toda la corte de miserables que conviven con nosotros y que vemos todos los días aquí y allá.

Si tu quieres ser solidario verás que es increíblemente sencillo serlo. Basta que te propongas una buena acción dedicada a otro ser humano cada día. Ello no significa que tengas que salir a la calle con una bolsa llena de dinero para repartirla entre los pobres de tu ciudad. No. Basta que digas "buenos días", "cómo te sientes", o "en qué te puedo ayudar". No necesitas ser rico ni tener poder, si no, mostrar una disposición a ser solidario con los que te rodean. La vibraciones positivas de esas sencillas acciones te seguirán adónde quiera que vayas. Pero tienen que ser realmente sentidas, no fingidas.

Y como lo que se siembra es lo que se recoge tu cosecha será abundante en buenos frutos, los cuales te ayudarán cuando seas tú quien necesite de la solidaridad de otros.

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