Por ejemplo, este texto que ahora escribo no tiene como objetivo vender nada. Es una información que te puede interesar o no, pero no es creado por mi para venderte algo. Sin embargo, eso no quiere decir que un escrito que no sea vendedor tenga que necesariamente carecer de valor o que esté limitado debido a su concepción. Todo lo contrario.
Yo aprendí a escribir textos vendedores cuando me di cuenta que el potencial comprador necesita de un empujón para tomar una decisión. Basta a veces un simple mensaje que lo compulse a meditar acerca de la conveniencia de adquirir un determinado producto. Voy con un ejemplo: en uno de mis websites yo promuevo productos de Amazon. Si alguien está pensándoselo para comprar un reloj mi sitio debería tener un contenido (apoyado por un banner o foto) donde el posible comprador encuentre información sobre ese reloj que lo "empuje" a comprar. Ese tipo de textos no necesariamente deben contar con muchas palabras.
La colocación de los enlaces a los productos que promueves no debe parecer demasiado agresiva. Estoy seguro que has visto páginas donde cada cinco líneas el webmaster o blogger te "clava" un link para que lo pinches y compres. Generalmente el público no tarda en notar la desesperación por vender que muestra ese webmaster o blogger y esa es una de las razones por las que precisamente no le compran.
Otra cosa es cuando haces una revisión sobre un producto determinado. En ese caso yo suelo escribir artículos más largos porque es necesario que el lector obtenga de mi todo lo que necesita. Si lo logro, el agradecimiento lo notaré cuando los datos me informen que hubo una venta. En este caso también los enlaces deben colocarse de manera discreta pero eficiente, digamos que al principio, la mitad, y el final del contenido. Evitar el "haga clic sobre este enlace" me ha dado mejores resultados que lo contrario. Cuando escribes de manera convincente el enlace se hace más apetecible para el lector. Es como si lo obligaras a hacer clic sin pedírselo, algo que le hace sentirse más cómodo y libre. Créeme que funciona.
Cuando escribas textos con el objetivo de vender trata de ser honesto. Sobredimensionar las cualidades de un producto puede ser contraproducente porque la perfección no existe. Eso crea desconfianza. Pero si haces un análisis entre las ventajas y desventajas de adquirir ese producto entonces sonarás más realista y el puente de confianza entre el potencial cliente y tú se establecerá sin mayores contratiempos. De igual manera ocurre cuando ofreces un servicio.
Mi clave es esta: vender un producto o servicio se trata de crear en la mente de mis lectores la necesidad de comprarlo.
No hay mejor "truco" que ese. Pero hazlo con arte. A tiros no se enamora una mujer.

No comments:
Post a Comment