Plan "B"

Como sabemos, la vida no es un problema, si no, un misterio. Sin embargo, gran parte de ese misterio viene dado porque no sabemos con certeza el resultado final de cualquier cosa que emprendamos. Lo incierto está a cada paso.

Por lo tanto, bien nos convendría trazarnos ciertos planes alternativos de vida. Eso nos diferenciaría de las cosas "muertas" que pueblan este planeta, como las piedras. Hoy se sabe que eso que llamamos
"pensamiento" no es sólo una propiedad de los seres humanos. Las orcas cazan en equipo, las ardillas se preparan para el invierno, y los elefantes recuerdan y ejecutan la ruta hacia el agua. Existe, para esos animales, un sentido de la planificación y la organización.

Si nuestro pensamiento precede a cada acto que realizamos entonces debemos dotarlo de toda la racionalidad que podamos. Ello debería incluir siempre un plan "B" que tendríamos como salida de emergencia en caso de que nuestro plan maestro no diera los resultados apetecidos.

De hecho, el no tener siempre a mano un plan "B" nos acercaría más a las piedras que a una manada de elefantes, a las ardillas, o a un grupo de inteligentes orcas.